El Valle de los Reyes

Vistas desde el río Nilo

Hoy vamos a realizar una de las jornadas más esperadas por todo el grupo, la visita al "Valle de los Reyes" y eso que a pesar de ser temprano el sol nos avisa de que hoy se va a dejar sentir. Al llegar a nuestro destino ya comprobamos lo que es una realidad el sol pega de lleno y todos nos alegramos de que nuestra vestimenta es más corta y ligera y nos encaminamos a contemplar tan maravillosas obras realizadas tantos siglos atrás, y que perduran debido al clima tan extremadamente seco, para así poder apreciar perfectamente la policromía original. El acceso al corazón de la montaña es cómodo, mediante pasillos con tarimas de madera que permiten observar las bellas decoraciones laterales, mientras la temperatura sube por la gran cantidad de personas que hacen la visita. De las tumbas conocidas nos recomiendan “las mas vistosas” ya que en el itinerario tenemos derecho a visitar tres, siendo común a la mayoría su configuración básica, consistente en un pequeño acceso a una galería que, está ricamente adornada con figuras y cartuchos esculpidos en la piedra y policromados, con algunas cámaras laterales, en rampa descendiente hasta llegar al recinto funerario donde se suele conservar el Sarcófago más externo, que suele ser de un gran bloque granítico donde se esculpió el hueco y la tapa, y destinado a albergar los siguientes, hasta el que propiamente contenía la momia. Normalmente, tanto este como las Sarcófagos más ricos, se encuentran en los museos, muchos fuera de Egipto, dejando solamente en la tumba el gigantesco Sarcófago de piedra.

Entrada para el Valle de los Reyes

La primera tumba que visitamos es la de Ramses IV, una de las tumbas más bellamente decoradas y que mejor se conservan, por eso esta prohibido sacar fotos y filmar dentro. Todos nos quedamos sorprendidos porque los grabados y jeroglíficos tienen unos ricos colores y están muy bien conservados ya que parecen que se hayan echo hace nada de tiempo, además el Sarcófago que hay en la tumba es hasta estos momentos el mayor que se ha encontrado y todos lamentamos no poder hacer fotos porque no hay palabras para expresar la belleza y maravilla que nos rodea. Salimos muy contentos y ya no nos importa el calor, el recorrido que tenemos asignado incluye otras dos visitas a tumbas y yo me encamino hacia la más difícil en llegar debido a sus empinadas escaleras y difícil acceso (me sale de dentro el espíritu aventurero), la tumba del gran Faraón Tutmosis III.

Tumbas significativas del Valle

Me sorprende el calor que hay dentro de la tumba que es mucho más pequeña y estrecha que la anterior (aquí tampoco dejan utilizar cámaras) pero los jeroglíficos son muy bonitos también- aunque muchos más simples porque pertenecen a la época moderna), además tiene una serie de recovecos que te hace sentir un verdadero explorador (no es la primera vez que experimentare está sensación). Salgo de la tumba y coincido con otros compañeros e intercambiamos experiencias, ya todos juntos nos encaminamos hacia la última tumba que visitamos que es la de Ramses I, también muy bonita pero sin punto de comparación con la de Ramses IV, (tampoco se puede utilizar las cámaras) después de verla nos hacemos las fotos de rigor en la famosísima tumba de “TUTANKAMÓN”.

 

 

Entrada para el Valle de las Reinas

"Tumba de la Reina Hatshepsut": Ahora nos toca visitar, el Templo funerario de Hatshepsut, el cual estoy deseoso de ver porque por lo poco que he visto en documentales y libros es excepcional y muy avanzado para su época además de hermoso. Conocido como Djeser-Djeseru («el sublime de los sublimes») se encuentra en el complejo de Deir el Bahari, sobre la franja occidental del río Nilo, cerca del "Valle de los Reyes".

 

 

 

 

Este Templo funerario fue construido por el arquitecto Senenmut (que fue amante de la propia Reina Hatshepsut), en honor a Amon-Ra, el Dios del Sol, y está ubicado junto al Templo funerario de Mentuhotep II. Es considerado uno de los monumentos incomparables de la época del Antiguo Egipto. El acceso hasta los santuarios se efectúa a través de grandes explanadas flanqueadas por pórticos con grandes columnas, a las que se accedía por dos rampas de gran longitud. El calor esta en su punto más alto y por eso nos llevan en un “trenecito” hasta el comienzo de la propia tumba de la Reina (la única mujer que reino durante 22 años en Egipto).

Tumba de la Reina Hatshepsut

El Templo de la  Reina Hatshepsut posee tres terrazas con columnatas de gran tamaño, cada una de las terrazas escalonadas alcanzan los treinta metros de altura. Cada nivel del Templo está conformado por columnatas de pilares de piedra caliza de sección cuadrada, y conectadas entre ellas por una gran rampa central, que en la antigüedad estaba flanqueada por jardines de plantas y árboles de incienso y mirra. La capilla dedicada a la  Diosa Hathor, en la zona sudeste del Templo, tiene pilares con capiteles hatóricos. La forma escalonada del Templo de Hatshepsut se corresponde con la clásica forma tebana, con elementos arquitectónicos tales como los pilonos, salas hipóstilas, patios al aire libre, y santuarios.



Relieve de la reina Hatshepsut con la Diosa Hathor

En una de las terrazas del Templo

Aquí por suerte si que se pueden hacer fotografías y vídeos, así pues todos como locos nos ponemos a disparar porque debido a las prohibiciones del Valle de los Reyes todos tenemos unas ganas increíbles de poder retratar tanta belleza. Saco fotografías del contorno del Valle y de las distintas terrazas que componen la tumba (la 2ª y la 3ª son las únicas que están abiertas al público). Los relieves del Templo de la  Reina Hatshepsut narran la historia del nacimiento divino de la Reina-Faraón, la primera de su tipo.

Pintura de la reina Hatshepsut

Ofrenda de la  reina al dios Amón-Ra

Detalle de la decoración

Escultura de la reina Hatshepsut

En un templo de recinto funerario

El Templo de la tumba esta dedicado a Hator (la figura central con forma de vaca amamantando a un niño se encuentra en el Museo del Cairo), nos impresiona el buen estado de conservación de las imágenes que aparecen por las paredes del Templo, imágenes de los Viajes de la propia Reina Hatshepsut y los negocios que llevo con el Pueblo de Somalia todo con vivos y llamativos colores. Tengo la suerte de que por allí aparece un guía local que me muestra el único lugar del Templo que se conserva y aparece el  cartucho real, que muestra en todo su esplendor el nombre de la Reina.

Cartucho de la reina Hatshepsut

"Colosos de Memnón" :
Vuelvo al punto de encuentro después de disfrutar unos momentos a solas por Templo de la  Reina Hatshepsut, ya en el autocar nos encaminamos a la última visita antes de la comida y no es otra que la visita de los famosos Colosos de Memnón. Estas gigantescas figuras (de ahí el nombre de Colosos), fueron mandadas construir por el Faraón Amenofis III, y son los únicos restos que se conservan del Templo funerario que este Faraón se hizo erigir al pie del Valle de los Reyes. Solitarios en medio del campo, parecen contemplar el paso de las personas que admiran su gran tamaño y majestuosidad. Las esculturas son muy altas y, al parecer, custodiaban la entrada al Templo que, con el paso del tiempo, desapareció. Están mal conservadas y apenas se les reconoce el rostro, me siento un poco defraudo ya que creo que todos nos esperábamos más pero aun así hacemos las fotos correspondientes y nos cuentan que en uno de los Colosos (el de la izquierda según se mira) hay en la parte alta de la figura una especie de “tapón” ya que hay un orificio y por las mañanas el aire matutino se colaba por dicho orificio haciendo parecer que la propia figura estuviera haciendo un lamento o un canto triste, de hay su mitología regional ya que pensaban que el propio Dios-Faraón hablaba a través de la figura, por este motivo decidieron tapar el orificio, el cual si te fijas, se puede ver perfectamente.

* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de la wikipedia y de las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).